Este es el equipo que venció al Hongo Negro y devolvió la esperanza a Patricia

En un quirófano del hospital cochabambino, una batalla silenciosa pero feroz se libró contra uno de los enemigos más temidos de la era post-Covid: la mucormicosis, conocida como el "Hongo Negro". La protagonista, Patricia Terrazas, enfermera de vocación y espíritu indomable, fue una de las primeras pacientes en Bolivia diagnosticada con esta agresiva infección fúngica.

Su caso, tratado por un equipo multidisciplinario de médicos bolivianos, no solo salvó su vida, sino que fue reconocido internacionalmente y documentado en la prestigiosa American Journal of Otolaryngology and Head and Neck Surgery.

Todo comenzó en mayo de 2023, cuando Patricia acudió a una consulta odontológica por una molestia aparentemente menor. Lo que parecía un procedimiento dental rutinario, se convirtió en un diagnóstico devastador: una infección por mucormicosis, que ya se había propagado desde su cavidad oral hacia la nariz, el ojo y amenazaba con alcanzar el cerebro.

"Es una patología que invade los vasos sanguíneos, destruye los tejidos y avanza rápidamente. Tuvimos que actuar sin margen de error", explica el otorrinolaringólogo Juan Luís Ríos, quien lideró el abordaje endoscópico para retirar el tejido necrótico. “Se limpió la cavidad nasal y esfenoidal. Patricia pasó lo más complejo”.

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El equipo compuesto por un otorrino, un cirujano maxilofacial, una infectóloga, un internista y un patólogo, realizó tres cirugías de alta complejidad. “Nos tocó resecar todo el tejido invadido por el hongo. Reconstruimos un 85% de sus funciones faciales”, detalló el cirujano maxilofacial, Julio Gonzáles. Patricia, además, tenía una diabetes no controlada, condición que agravó su cuadro clínico.

La infectóloga María del Rosario Castro dirigió el tratamiento antimicótico. “Es una patología compleja que produce una destrucción importante, especialmente en el rostro y senos paranasales. Cada minuto contaba”. A su vez, el médico Luis Diez Canseco remarcó la dificultad del diagnóstico: “Este hongo es microscópico. Requiere precisión y urgencia para identificarlo”.

Pero esta historia no termina en una sala de operaciones. Hoy, Patricia continúa su recuperación con terapias de rehabilitación y la esperanza de una reconstrucción facial completa. Gracias a un contacto en Brasil, el equipo médico trabaja en la creación de una prótesis maxilar en 3D, personalizada a partir de tomografías, que le permitirá volver a sonreír, masticar y hablar con normalidad.

El Ministerio de Salud de Bolivia ha reconocido oficialmente al equipo médico por su labor pionera. Este caso, documentado y publicado en una revista científica internacional, no solo representa un hito en la medicina boliviana, sino un testimonio de lucha, ciencia y humanidad.

“Ella no solo es una sobreviviente. Es un símbolo de lo que somos capaces de lograr cuando la medicina y el corazón boliviano se unen por una vida”, concluyó el Dr. Ríos.